La ciudad está enclavada geográficamente en un terreno montañoso y accidentado, con Bukhansan situada en su norte, a unos 50 kilómetros de la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas, forma una unidad administrativa propia dentro del Estado.
[15] Seúl se convirtió en la capital y comenzó la planificación urbanística por el primer rey Yi Seong-gye de la dinastía Joseon.
[27] En 1987, Gojong proclamó Imperio de Corea, convirtiéndose Hanyang temporalmente a Hwangseong (황성; 皇城, lit. 'la ciudad imperial').
El río Han y sus alrededores tuvieron un importante papel en la historia coreana desde los tiempos de los Tres Reinos, en que era usado como una ruta comercial con China (vía mar Amarillo); hoy en día no es utilizado para la navegación, porque su estuario se encuentra en la frontera entre las dos Coreas, en la que se prohíbe la entrada de civiles.
La ciudad está delimitada por ocho montañas, así como por la mayor parte de las llanuras del río Han.
[51][52][53][54] El Gobierno Metropolitano de Seúl supervisa y comparte públicamente datos sobre la calidad del aire en tiempo real.
[63] También alberga a gigantes de la alimentación como Seoul Dairy Co-operative, Nongshim, CJ, Lotte, Orion, Maeil, Namyang y Ottogi.
Todos los productos se venden a precios asequibles y las tiendas de esta zona también funcionan como mercados mayoristas.
[76] Seúl ha sido descrita como la «ciudad más conectada» del mundo,[77] clasificada en primer lugar en preparación tecnológica por el informe Cities of Opportunity de PwC.
Aunque el confucianismo no se practica como una religión formal con culto organizado, su marco ético sigue siendo una piedra angular de la identidad coreana.
La Navidad y otras fiestas cristianas como la Semana Santa se celebran en Seúl, lo que contribuye al ambiente festivo de la ciudad.
El chamanismo, un sistema de creencias indígena anterior a la introducción del budismo y el confucianismo, sigue siendo practicado por algunos coreanos, sobre todo en las zonas rurales.
Aunque no está tan extendido como otras religiones, el chamanismo refleja las antiguas tradiciones espirituales de la península coreana.
A veces se celebran rituales y ceremonias chamánicas para buscar bendiciones, curación o guía del mundo espiritual.
Diversas organizaciones e iniciativas trabajan para fomentar el entendimiento y la cooperación entre las distintas comunidades religiosas de Seúl.
El creciente número de personas que se identifican como no religiosas o agnósticas es una tendencia en alza en Corea del Sur, y Seúl refleja este cambio social.
Aunque la afiliación religiosa sigue siendo importante para muchos coreanos, también hay un segmento creciente de la población que no se identifica con ninguna religión en particular.
El acceso a la sanidad en Seúl es bueno en general, con una alta densidad de centros médicos y profesionales sanitarios por toda la ciudad.
La ciudad es famosa por su experiencia en el tratamiento del cáncer, cardiología y cirugía estética, lo que atrae a pacientes de todo el mundo.
El turismo médico se ha convertido en un sector en expansión en Seúl, con pacientes internacionales que buscan atención de alta calidad a precios competitivos.
Aunque el acceso a los servicios de salud mental ha mejorado en los últimos años, sigue habiendo problemas para satisfacer la creciente demanda.
La planificación urbana y civil fue un concepto clave cuando Seúl fue diseñada por primera vez para servir de capital a finales del siglo XIV.
Esta zona cuenta con varios espacios interactivos, como una mesa preparada para un ritual ancestral, ceremonias tradicionales que representan el primer cumpleaños de un bebé.
Abriéndose el servicio en 2013, la terminal de Seúl Nambu(en hangul: 남부버스터미널) está operando los búses a Jeollabuk-do, Gangwon y Chungcheong.
Además, Seúl introdujo un sistema de bicicletas compartidas llamado Ddareungi (en hangul: 따릉이, en inglés: Seoul Bike).
Desde majestuosos palacios y serenos templos hasta bulliciosos distritos comerciales e innovadoras maravillas arquitectónicas, Seúl ofrece una variada gama de experiencias que satisfacen todos los intereses.
Visitar estos enclaves culturales permite a los turistas conectar con las ricas tradiciones de Corea y apreciar su patrimonio artístico.
Desde platos tradicionales coreanos como kimchi, bibimbap y bulgogi hasta cocina de fusión contemporánea, Seúl satisface todos los paladares.
Visitar estas modernas maravillas arquitectónicas permite vislumbrar el espíritu progresista de Seúl y su apuesta por el diseño contemporáneo.
La ciudad cuenta con numerosos museos, galerías de arte y teatros que exhiben obras coreanas e internacionales.