Los atacantes fueron enfrentados por el General de Brigada Ramón Olivares, quien se encontraba en el lugar protegiéndolo.
Para ello buscaron conseguir adeptos en las Fuerzas Armadas, reclutando veteranos, reservistas y sargentos pero también expulsados o a punto de serlo por su mala conducta.
Bolívar mandó a averiguar la situación en los cuarteles mientras estuvo toda la noche bajo un puente.
El esclavo liberto José Palacios llevó al recién salvado de la muerte a un lugar seguro.
Igualmente, a Vicente Azuero y Florentino González se les conmutó la pena por el exilio.