Sus principales áreas de investigación son en ramas del álgebra, análisis, combinatoria, ecuaciones diferenciales parciales, probabilidad y topología.
Al morir éste, la cátedra cae en una crisis que finalmente la lleva a su desaparición.
Con ello vino un estancamiento en la enseñanza de las matemáticas, que no incorporaba los grandes avánces del último medio siglo, y se concretaba a presentar temas elementales.
Finalmente, al concluir el siglo XVIII se incorporan la geometría analítica y el cálculo diferencial e integral a la enseñanza en las nuevas instituciones educativas, muy particularmente en la Escuela de Minas.
Fue Gabino Barreda (1818-1881) quien encabezó esta reforma educativa e, incluso, se dio tiempo para escribir un libro sobre cálculo infinitesimal, dirigido a los alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria.
Un eminente profesor de matemáticas y mecánica de la Escuela Nacional Preparatoria y del Colegio Militar, Eduardo Prado (1858-1914) destacaba hacia fines del siglo XIX.
La influencia de Sotero Prieto se dejó sentir en diversas instituciones.
Siendo la fundación del Instituto a pocos meses del ataque a Pearl Harbor, que llevó a Estados Unidos a incorporarse en la Segunda Guerra Mundial, y dada la relevancia de las matemáticas en diversas tácticas militares, el gobierno de ese país consideró conveniente que hubiera una supervisión del desarrollo de las matemáticas en México y en el resto de América Latina.
Fue tan grande su influencia y su apoyo, que el Gobierno de México lo condecoró con la Orden del Águila Azteca.
Tras su fundación, la primera tarea que se impuso el Instituto fue la organización del I Congreso Nacional de Matemáticas.
El Instituto Politécnico Nacional le encarga al eminente fisiólogo Arturo Rosenblueth (1900-1970) la puesta en marcha del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados.
Hasta los años setenta, el Instituto había mantenido una plantilla de investigadores relativamente pequeña, pero a la vez había estado enviando estudiantes brillantes a las mejores universidades de Europa y de los Estados Unidos a obtener su doctorado.
Un grupo de entusiastas, entre los que destacan José Luis Abreu, Helga Fetter y Arturo Ramírez Flores, invitando a jóvenes que recién regresaban a México con su doctorado, se propusieron establecer en Guanajuato un Centro de Investigación en Matemáticas, que comenzó a funcionar en 1980, el CIMAT, que ahora forma parte del vasto sistema de centros de investigación que coordina y financia el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Su primer director fue Arturo Ramírez, quien a la sazón era investigador del Instituto Durante esta época, el Instituto creció considerablemente, de una veintena de investigadores, hasta llegar a medio centenar.
En 2013-14 se sentaron las bases para la puesta en marcha, en 2015, de la Casa Matemática Oaxaca AC.
Será un lugar que funcionará de modo similar y en colaboración con la Banff International Research Station (BIRS), que es una corporación trinacional (Canadá—Estados Unidos—México) con sede en Banff, Canadá y se enmarca en la tradición del famoso centro de reuniones matemáticas de Oberwolfach, Alemania.
Aunque no ha crecido significativamente la planta académica del Instituto, su productividad primaria sí ha ido en aumento: en 1997 se publicaban 0.98 artículos por investigador al año, mientras que en 2007 fueron 1.65, cuando la tasa mundial es de alrededor de 1.0 en matemáticas [op.
En los ochenta empieza a desarrollarse fuertemente en el Instituto el área de sistemas dinámicos, muy vinculada con las áreas de geometría algebraica, topología algebraica, singularidades, et cétera.
As,i mismo, el Instituto incursionó en nuevas áreas, entre las que están la física matemática, la teoría de números y la computación teórica con grupos pequeños pero de alta calidad y gran productividad.
La física matemática se cultiva en Ciudad Universiaria, Cuernavaca y Morelia, desde que aún era unidad del Instituto, la teoría de números en Morelia y la computación teórica en Ciudad Universitaria.
Y además de los temas ya descritos, en el Instituto también se cultivan, o se han cultivado, otras áreas de las matemáticas, como la lógica matemática y la estadística.
Hasta la década de los cincuenta, el Instituto era la única institución en México en la que se hacía investigación en matemáticas.
El personal del Instituto de Matemáticas siempre ha estado comprometido con la docencia.
Ésta la ejerce, tanto impartiendo cursos, desde el bachillerato hasta el posgrado, asesorando alumnos y dirigiendo tesis, así como escribiendo libros de texto para diferentes niveles educativos.
También se participa en el Seminario Universitario para la Mejora de la Educación Matemática en la UNAM (SUMEM).
Las primeras tres ediciones de este popular encuentro se llevaron a cabo en 2010, 2012 y 2013 en el Jardín Hidalgo, en Coyoacán.
Se montan carpas, en las cuales hay una gran diversidad de actividades lúdicas, estrechamente vinculadas con las matemáticas.
En la UNAM son éstas la docencia, la investigación y la difusión del conocimiento.
La siguiente tabla y su gráfica asociada muestra el nivel de PRIDE al que son acreedores los investigadores del instituto.
Los investigadores del Instituto que han sido reconocidos con premios importantes son los siguientes: José Antonio de la Peña 1.