Heroico Colegio Militar

Tiene como objetivo consolidar en el plantel un modelo educativo, filosófico, teórico y práctico, con el fin de incrementar la capacidad profesional del personal militar, apoyando con una arquitectura tecnológica en un ambiente laboral de calidad y competitividad.

Este proyecto no fue aceptado por la desconfianza que el gobierno tenía en adiestrar militarmente a los nativos de la Nueva España.

Los alumnos del Colegio Militar se presentaron en el Palacio Nacional poniéndose a disposición del presidente Guadalupe Victoria, y combatieron de la Alameda Central a Palacio Nacional durante 4 días.

El 4 de diciembre se concertó un armisticio, por el que Guadalupe Victoria es depuesto y queda en su lugar Vicente Guerrero.

[cita requerida][3]​ El Colegio Militar regresa a su cuartel de la ex Inquisición y continúa con sus actividades normales.

El 13 de julio de 1840, estalló una asonada encabezada por Valentín Gómez Farías, el General José Urrea y otros, mismos que lograron penetrar en las habitaciones del presidente Anastasio Bustamante, haciéndolo prisionero.

Las tropas leales se reunían en la Ciudadela bajo las órdenes del General Gabriel Valencia.

Los alumnos del Colegio Militar se posesionaron de la Iglesia de Jesús Nazareno, allí quedaron heridos los alumnos Juan Rico y Antonio Groso, muriendo después el primero.

En el transcurso del día 13 es atacado el Castillo, resultando muertos por la patria el teniente Juan de la Barrera y los alumnos Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez, Agustín Melgar y Juan Escutia.

En 1858 se trasladó al Extemplo de San Pedro y San Pablo (calle del Carmen), el cual hoy en día pertenece a la UNAM donde instaló la Hemeroteca Nacional y hoy el Museo de las Constituciones.

Las autoridades de la plaza se prestaron a la defensa y ordenaron que el Colegio Militar acudiera a detener la marcha del General Blanco, que avanzaba por la calzada de Tacuba.

Allí fueron atacados el 10 de abril por el general Leonardo Márquez, logrando el día 11 la retirada del enemigo rumbo a Azcapotzalco.

En 1882 volvió a ocupar Chapultepec, donde el 9 de febrero de 1913 los cadetes, por órdenes del general Felipe Ángeles, se aprestaron para brindar escolta al Presidente de México Francisco I. Madero y acompañarle al Palacio Nacional para hacer frente a la sublevación con que dio inicio la Decena Trágica.

Madero logra entrar en el Palacio Nacional y los alumnos del Colegio Militar establecen los servicios de seguridad.

El 10 de febrero, Madero ordena que el Colegio Militar se incorpore a Chapultepec.

Allí fueron atacados y obligados a avanzar en dirección de los Aljibes, donde fueron sitiados, lamentándose la pérdida del alumno Ignacio L. Barba.

La memoria leída ante el Congreso General en el año de 1846 introduce algunas prendas no previstas en el reglamento anterior.

El color azul oscuro siguió en boga, así como la antigua levita con kepí y el chaquetín.

Desde 1907 la presentación del Colegio Militar cambio adecuándose al nuevo siglo y siguiendo los lineamientos de los uniformes europeos.

El pantalón del mismo paño llevaba las conocidas dobles franjas carmesí, con un vivo en medio.

Este uniforme ha proporcionado a los cadetes una silueta que sigue reflejando con digno orgullo, la estima y cariño que la nación entera conserva por la tradición de su Heroico Colegio Militar.

Instalaciones que ocupó el Heroico Colegio Militar, en Popotla .
Las instalaciones del Heroico Colegio Militar, obra arquitectónica de Agustín Hernández Navarro y Manuel González Rul , inauguradas el 13 de septiembre de 1976.
Ingreso de personal femenino al Hco. Colegio Militar.
Sala de banderas del Heroico Colegio Militar.
Himno
Águila
Escudo
Ceremonia en el Heroico Colegio Militar
Escolta de cadetes portando el uniforme de gran gala o levita.