Basílica de Santa María (Castellón de Ampurias)

Así, el lugar se convirtió en una zona estratégicamente defensiva rodeada de murallas.Los condes quisieron que la villa acogiese la sede episcopal del Ampurdán, esto explicaría su monumentalidad.Construida con una planta de salón, modalidad introducida en nuestras tierras por los monjes cistercienses, está formada por tres naves, una central más ancha y dos laterales.Estas últimas presentan la particularidad de que su altura es diferente a la central en algunos tramos.En la cabecera y en los dos primeros tramos, con las naves laterales más bajas, los contrafuertes se ven completados por arbotantes.Hoy sólo se conserva uno, los demás fueron cubiertos con placas de alabastro translúcido.La fachada principal presenta una gran portada de piedra del siglo XV, atribuida al maestro de obras Antonio Antigó, y está dividida en tres espacios: dos torres campanarios y un cuerpo central.Destaca su belleza formada por seis arquivoltas que delimitan el tímpano y el frontón.Todas las esculturas son talladas con gran perfección y profusión de detalles.En el lado norte se alza el campanario (de los siglos XII o XIII).Algunos de estos elementos muestran sin embargo, una clara orientación hacia el estilo gótico.Sus dimensiones se explican por el hecho de que, hasta el siglo XV, el bautizado era sumergido en el agua.También sufrió graves destrozos durante la Guerra civil española, pero fue restaurado a partir de 1976 por el organero Gerhard Grenzig.Habían sido enterrados en una capilla del orden de los dominicos en las afueras de Castellón; el año 1733, los restos fueron trasladados a otro convento, que se encontraba en el mismo lugar donde ahora está el ayuntamiento.
Interior de la iglesia.
La portada de mármol del segle XV.
Retablo de alabastro.
Detalle del retablo. Escudo de Castellón de Ampurias.