[3] En su interior, la torre de San Juan servía de prisión y la acompañaban diversas edificaciones para el acuartelamiento, entre las que destacaban el arsenal, la capilla y el palacio del gobernador.
[4] Con el tiempo la Ciudadela se convirtió en un símbolo de represión y en ella fueron ajusticiados numerosos presos políticos, especialmente durante la ocupación napoleónica y durante el gobierno absolutista de Fernando VII.
[8] Con posterioridad al proyecto frustrado del panteón, hubo varios proyectos de reconvertir la iglesia en diversos equipamientos, como una biblioteca, una hemeroteca, un Archivo Municipal o un Museo de Arte Litúrgico.
[11] Las obras estuvieron dirigidas por el ingeniero jefe Alexandre de Rez y fueron ejecutadas por un contratista local, Pere Bertran i Tap.
Por otro lado, la torre-campanario situada como apéndice del ábside, en el eje longitudinal, se inspiraba en modelos franceses de la misma época.
[2] La iglesia presenta una nave única con ábside semicircular, transepto con cúpula ovalada sobre el crucero y testero semicircular, con una puerta flanqueada por pilastras que sostienen un frontón y un rosetón en la parte superior.