En 1975 se incorporó a Unión de Santa Fe por expreso pedido del director técnico Juan Carlos Lorenzo, cumpliendo con todas las expectativas generadas.
Al año siguiente, el Toto asume en Boca Juniors y pide a Gatti como primer refuerzo.
Al año siguiente Boca Juniors retuvo la Libertadores, y se consagró campeón de la Copa Intercontinental frente al Borussia Mönchengladbach con otra gran actuación de Gatti en el partido disputado en Karlsruhe, y que el equipo argentino ganó por 3-0.
El equipo, cuyas figuras eran los recientemente incorporados Diego Maradona y Miguel Brindisi, era gran candidato al título del Metropolitano pero promediando la segunda rueda había comenzado a flaquear.
Desde ese día hasta el final del campeonato Gatti no volvió a salir y Boca conquistó una nueva estrella.
El entrenador José Omar Pastoriza le quitó la titularidad en beneficio del recién llegado Carlos Fernando Navarro Montoya y Gatti no volvió a pisar oficialmente una cancha de fútbol.
Si bien una buena parte de la parcialidad boquense la resistió, fue respaldada por los dirigentes y la barra brava «xeneize», que no le perdonaba su reciente participación en una publicidad política a favor del entonces presidente radical Raúl Alfonsín.
[5] Gatti se resistió al retiro e intentó buscar oportunidades en otros clubes, que nunca llegaron.
En su columna en As, en 2004 aseguró que si el Real Madrid no ganaba la liga se "pegaría un tiro en medio del Bernabeu".
[13] Ha sido internacional con la Selección Argentina en 18 ocasiones,[14] integrando el plantel que participó en Inglaterra 1966 como tercer arquero.
Esto benefició a Ubaldo Fillol, con quien peleaba la titularidad en el arco de la selección y que se encontraba en un momento excepcional.
Cabe mencionar la presión que ejerció la prensa argentina sobre César Luis Menotti para la convocatoria del arquero de River.