Historia de Arequipa

Arequipa es la capital de la provincia y departamento homónimos, así como la segunda ciudad más poblada del Perú.

Está ubicada en la región sur del país, la ciudad se extiende a ambas orillas del río Chili, en el denominado valle de Arequipa o valle de Chili, el cual está protegido al norte y al este por la faja cordillerana andina y hacia el sur y oeste por las cadenas bajas de cerros costeños.

En el periodo virreinal, adquirió importancia por su sobresaliente papel económico[5]​ y por su fidelidad hacia la Monarquía Española.

[10]​ A inicios de la vida republicana del país, la ciudad asume una gran importancia política y económica.

A esta demanda el Inca respondió «Ari qipay» o «Are quepay» (en quechua: Sí, quedaos); esta fue la etimología que utilizó el padre Calancha en la crónica "Orden de San Agustín"[23]​ y que fue traducida por J. Ignacio Gamio.

Hasta poco antes del surgimiento del Imperio incaico existían en lo que hoy es la ciudad algunos conglomerados nómadas que vivían dedicados a actividades tales como la caza, la pesca y la recolección, desarrollando la domesticación de algunos animales principalmente auquénidos e iniciando incipientes prácticas de sedentarización y agricultura.

Durante esta época se construyeron importantes canales de irrigación o acequias en el valle del río Chili, los que permitieron cultivar los llanos y las andenerías desarrolladas en los flancos de las laderas del río.

[26]​ Cuando Mayta Cápac llegó a la vega del río Chili, no fundó ninguna ciudad.

Entre ellas estaría el valle del Chili y aunque no lo dice Cieza de León, queda sobreentendido porque concluyó el dominio del Callao y sus sucesores serían los encargados de expandir el Incario hacia el Norte.

Antes de esto actuaba con naturalidad y no tenía las formalidades que usarían los españoles por su arraigo feudal.

[30]​ De dicha visión hispánica se desprende la crónica de Garcilaso de la Vega, calificada como históricamente imprecisa,[31]​ y que describe que alrededor del año 1170 Mayta Cápac se detuvo con su ejército en el despoblado valle del río Chili, al que llamó «Ari-qquepay», expresión q ue significa «quedémonos aquí».

Dicho inca repartió terrenos entre tres mil familias, que fundaron los caseríos o pueblos de Yanahuara, Cayma, Tiabaya, Paucarpata, Socabaya, Characato, Chiguata y otros.

El escudo de armas está coronado por un grifo en cuya mano trae una bandera, en la cual se lee la inscripción «Carlos V» o «Del rey».

El monarca Felipe III encomienda esta misión al Virrey Juan de Mendoza y Luna.

El historiador Guillermo Zegarra Meneses en su obra "Arequipa en el paso de la Colonia a la República.

[43]​ En la ciudad se vivió la independencia igual que todas las provincias de Perú, en guerra civil.

Los letrados arequipeños Domingo Tristán, Benito Lazo, Gualberto Valdivia se opusieron de forma pública y tajante a la constitución vitalicia bolivariana.

Sobre este aspecto fue precisamente el historiador Jorge Basadre quien expone la clara representatividad de Arequipa definiendo el rumbo político del país durante la era republicana.

Chile no refrendó el tratado y envió una segunda expedición al mando del general Bulnes, al año siguiente, en apoyo de Ramón Castilla y otros militares caudillos peruanos contrarios a Santa Cruz.

Con un tercio del electorado se alió con el APRA, el vestíbulo de Arequipa y sus partidarios en Lima y en otras partes del país se tornaron invencibles en 1945; tiempo después al diferir claramente las ideologías de estos demócratas de centro-derecha con el APRA, la alianza rápida y permanentemente se vino abajo.

[cita requerida] El punto de partido del camino político seguido por Arequipa está marcado por la nueva burguesía nacional, que aparece para desafiar a la élite burguesa ya existente en el Perú; en donde existía un estrato importante y creciente de personas en Perú con intereses profesionales, administrativas y comerciales.

Los abogados y la iglesia proyectaron una fuerte influencia en la política arequipeña, así como también la clase media que obtuvo mayor participación al declinada la prosperidad económica en el sur del país.

[64]​ El desarrollo económico de la ciudad se vio favorecido por la construcción del ferrocarril Arequipa-Islay construido por Henry Meiggs.

Esta ferrovía se enlazó con la que unía Arequipa, Cuzco, Juliaca y Puno.

[73]​ En 1979 la ciudad es nombrada la sede oficial del Tribunal Constitucional y es reconocida desde entonces como la «Capital Jurídica de Perú».

La iniciativa estuvo motivada por la importancia política que ejerció Arequipa durante la época republicana.

A partir de la segunda década del siglo XIX hasta finales de la misma década se forjó una sociedad de transición en el Perú, etapa durante la cual Arequipa adquiere un incremento poblacional creciente, y por otro lado una participación política destacada consolidándose en este periodo como la segunda ciudad del país, y como una ciudad en continuo desafío frente a Lima.

Esta fama revolucionaria conocida todavía entre los peruanos se la ganó a través de numerosas rebeldías en donde casi totalidad de las revoluciones, algunas con impacto nacional, se armaron para defender la autonomía local, frente a una capital más y más centralizadora tomando las armas en las siguientes revoluciones:[85]​[86]​La revoluciones de la ciudad se produjeron mayoritariamente por explotación del guano, lucha entre liberales y conservadores y el descentralismo.

[87]​ Según Leslie Bethell el punto de partido del camino político seguido por Arequipa está marcado por la nueva burguesía nacional, que aparece para desafiar a la élite burguesa ya existente en el Perú; en donde existía un estrato importante y creciente de personas en Perú con intereses profesionales, administrativas y comerciales.

Los abogados y la iglesia proyectaron una fuerte influencia en la política arequipeña, así como también la clase media que obtuvo mayor participación al declinada la prosperidad económica en el sur del país.

El 15 de agosto de 1540, día de la Virgen de la Asunción, es fundada la Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa por el teniente gobernador Garci Manuel de Carbajal , en el margen izquierdo del río Chili .
Escudo heráldico de la ciudad de Arequipa.
Vista del Portal del Regocijo, conocido en la actualidad como Portal de Flores, ubicado en la zona este de la Plaza de Armas de Arequipa en una fotografía tomada en el año de 1880.
La llegada del primer ferrocarril de Arequipa en el año de 1871.
Arequipa fue la segunda ciudad del Perú, en tener sistema tranviario. Un residente local, Carlos Espejo y Ureta, aseguró una franquicia en 1908 para la electrificación de las líneas de tranvía de la ciudad. Espejo vendió sus derechos en 1911 a WR Grace Co. de Nueva York, que registró el Tranvía Eléctrico de Arequipa y se coloca una orden grande con la JG Brill Co. de Filadelfia en 1912.
Teatro Municipal de Arequipa , construido en conmemoración del IV Centenario de la fundación española de Arequipa.
Museo de Arte Contemporáneo de Arequipa , ubicado en "Los portales de la municipalidad" abrió sus puertas en el mes de junio del año 2003.