[2] Se conocen con el nombre común de rayas o mantas, aunque estos términos designan más específicamente a los batoideos del orden Rajiformes.
Las mandíbulas pueden proyectarse hacia adelante en la mayoría de las especies; los dientes son aplanados.
Los batoides tienen una boca ubicada ventralmente y pueden sobresalir considerablemente su mandíbula superior (cartílago palatocuadrado) lejos del cráneo para capturar a sus presas.
La fertilización interna es ventajosa, ya que conserva el esperma, no expone los óvulos al consumo de los depredadores y garantiza que toda la energía involucrada en la reproducción se retenga y no se pierda en el medio ambiente.
[6] El parto inducido por captura rara vez se considera en la gestión pesquera, a pesar de que se ha demostrado que ocurre en al menos el 12 % de los tiburones y rayas vivos (88 especies hasta la fecha).
[6] Los ovarios de las hembras cuando se encuentran en período inmaduro son delgados, pequeños y difíciles de diferenciar, en cambio, cuando se encuentran en maduración se pueden diferenciar fácilmente, aunque siguen siendo delgados, sus ovocitos no son visibles, y sus ovarios son permanentes; los ovocitos que tienen el nucléolo y el núcleo visible se pueden ubicar en el borde de la envoltura nuclear y en el interior, estos ovocitos rodean la zona pélvica.
La mayoría de los batoideos tienen una distribución cosmopolita, en ambientes marinos tropicales y subtropicales, en aguas templadas o frías.
Los batoideos que viven en el fondo respiran por sus espiráculos en vez de por la boca, como hacen muchos peces, y expulsan el agua por las agallas.
Los batoideos no atacan a los humanos, pero las rayas látigo pueden infligir una picadura extremadamente dolorosa.
Sin embargo, la evidencia indica que probablemente sean el grupo hermano de los peces sierra.