Héroe romántico

[1]​ Con frecuencia, el héroe romántico es el protagonista en una obra literaria, y el enfoque principal se centra en los pensamientos más que en las acciones del personaje.[1]​ Otras características típicas del héroe romántico incluyen la introspección, el triunfo del individuo por sobre los "límites de las convenciones teológicas y sociales", wanderlust (pasión por descubrir el mundo), melancolía, misantropía, alienación y aislamiento.[2]​ Otro rasgo común del héroe romántico, sin embargo, es el arrepentimiento por sus acciones y la autocrítica, que le llevan a menudo a la filantropía, impidiendo al personaje terminar románticamente.[cita requerida] Separado, por lo general, de su familia biológica más realista y sensata y viviendo una vida rural y solitaria, es posible no obstante que el héroe romántico tenga un interés amoroso, persona que ha sufrido por largo tiempo, víctima de las tendencias rebeldes del héroe, sus destinos entrelazados a lo largo de las décadas, a veces desde su juventud hasta su muerte (por ejemplo, personajes como Tatyana Larina, Elizabeth Bennet, Eugenie Grandet y muchos otros).El personaje del héroe romántico comenzó a aparecer en la literatura durante el período romántico, en obras de autores tales como Lord Byron, Keats, Goethe o Pushkin, y es visto al menos en parte como respuesta a la Revolución Francesa.