La guerra chimú-inca o guerra chimor-inca fue un conflicto que se libró a fines del siglo XV entre el Reino Chimú y el Imperio incaico en la costa norte del actual Perú, desarrollado por las políticas expansionistas de ambas potencias emergentes precolombinas en 1470.
La guerra trajo como resultado la victoria inca y la ampliación del Tahuantinsuyo hacia el centro-oeste peruano.
[n 1] Este pidió ayuda a su aliado Minchancaman, Cie-quich «Gran Señor» del Reino chimú, quien le envió un contingente al mando de un príncipe.
Habían conquistado Collao por la sierra sur, Cajamarca por la sierra norte, a los chinchas, yshmas y colliques por la costa sur y central; solo faltaba la costa norte, la cual se encontraba bajo el poder de un poderoso monarca, al que los cuzqueños llamaban "Chimú Cápac".
Pachacútec desde el Cuzco nuevamente organiza otro ejército con 30.000 hombres, quienes al mando su hijo, el auqui ("príncipe heredero") Túpac Yupanqui, se movilizan para conquistar los valles al norte del río Chillón hasta las alturas de Cajamarca.
En el valle del Rímac, los curacas de la zona, refuerzan al ejército incaico con hombres y pertrechos militares.
El primer encuentro entre incas y chimús fue en Paramonga, que tras varios días de lucha, estos últimos lograron la victoria.
Así mismo, Antonio de la Calancha señala que en este primer valle los muertos en combate fueron 6.000 para ambas partes, viéndose obligado el Sapa Inca apresurar la ayuda.
Pero el auqui cuzqueño recibió un ejército de recambio de 20.000 hombres y embistió ferozmente a las tropas chimús, que cansadas ya no podían resistir más, obligándolos a regresar hasta Chan Chan, capital del reino.