Destaca por su edificación principal (la llamada "fortaleza") que se caracteriza por ser una imponente pirámide escalonada, hecha de adobe, que los cronistas lo compararon con un castillo medieval europeo, la cual pudo haber tenido una función astronómica, administrativa, comercial o militar.
También conocida por haber servido como cuarto para Atahualpa y los españoles en su recorrido hacia Cajarmarca En el 2006, el Instituto Nacional de Cultura del Perú, por Resolución Directoral Nacional N.º 083, lo declaró Patrimonio Cultural de la Nación.
Otro español, el cronista Pedro Cieza de León, la visitó en 1553, encontrándola ya arruinada: En época contemporánea, Louis Langlois fue quien hizo la más detallada descripción del sitio (1934).
La pirámide está constituida por muros adosados a las paredes de un montículo rocoso natural, los cuales sostienen cuatro plataformas superpuestas.
Está hecha con adobes de diverso tipo; las muros así elevados siguen las irregularidades del terreno.
Federico Kauffmann Doig ha notado también que visto desde el espacio aéreo el monumento simula la figura de una llama mítica, con el pescuezo estirado en dirección al mar, como si clamara por agua a la divinidad marina o Mamacocha.