Cultura cajamarca

[1]​ Toda la zona de Cajamarca estuvo dominada por estilos similares a Chavín durante el primer milenio a. C.; de esto quedan como vestigios los sitios arqueológicos de Kuntur Wasi y Pacopampa,[2]​ pero es a partir del siglo III d. C. y hasta el IX d. C. (Intermedio Temprano) en que la cultura Cajamarca alcanza el mayor nivel artesanal formando un estilo propio.Durante este período, se construyeron sitios sobre cerros y fortalezas, lo que sugiere fue una época de grandes conflictos, probablemente como consecuencia del aumento demográfico.Fue Rafael Larco Hoyle quien identificó y definió la cultura cajamarca en base al estilo de su cerámica, en un informe publicado en 1948.Posteriormente, a fines de los años 1970 y comienzos de los años 1980, se sumaron los estudios realizados por la Expedición Científica Japonesa a la América Nuclear, bajo la dirección de Kazuo Terada, que establecieron nuevas fases arqueológicas, sobre todo para las épocas más tempranas, que en líneas generales concuerdan con las fases determinadas anteriormente.[1]​ Durante este periodo, los cajamarcas vivieron sobre laderas o las cumbres de los cerros; su principal actividad fue la agricultura y según las investigaciones realizadas en el sitio de Iscoconga, el cultivo primordial fue el maíz.[1]​ Los decorados de la fase Cajamarca II tienen parecido con los encontrados en las culturas Recuay, Moche y Huamachuco.A fines de este periodo y comienzos del siguiente (Cajamarca IV), Cajamarca se convirtió en un centro donde confluían los más variados estilos que se producían en el Perú.Lumbreras piensa que el estilo cajamarquino fue popularizado y distribuido por los huari, que presumiblemente invadieron y conquistaron la región, pero la misma influencia se advierte también en fases posteriores, cuando ya había cesado completamente este dominio.Escribieron que los Cajamarca tenían un conjunto de deidades relacionadas con el Sol, la Luna y las estrellas.
Ventanillas de Otuzco.