Guardia Nacional (1859)

Liderando el convoy, pasó a la isla Martín García que encontró abandonada, defendida solo por el pontón Castelli.

Ese mismo año brindó auxilio a la barca francesa Falax, varada en Punta Piedras.

Valor o bravata, el Guardia Nacional salió con varios impactos en la línea de flotación y 15 bajas incluyendo entre los muertos a los guardiamarinas Enrique Py, hijo del comandante del buque, y José Ferré, ayudante de Murature e hijo del gobernador de Corrientes Pedro Ferré, y entre los heridos al entonces subteniente Clodomiro Urtubey.

En 1871 al mando del capitán Eliseo Correa pasó a Martín García actuando como pontón y tras actuar como lazareto al declararse la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires, fue estacionado a fines de ese año en las riberas del río Luján, en cuyas aguas se hundió en diciembre.

Las gestiones para vender su casco generaron una fuerte reacción popular por considerárselo una reliquia de la reciente guerra, por lo que fue reflotado y mantenido en desarme.

Sin embargo, tras permanecer varios años amarrado en el río Luján sin mantenimiento alguno, quedó finalmente reducido a chatarra y en ese carácter fue vendido.