Su debut artístico se produjo hacia los treinta años de edad, en compañías teatrales locales, aunque pronto destacaron sus habilidades interpretativas.
[1] En 1910, con la obra Cyrano de Bergerac, obtuvo el papel que le hizo convertirse en una estrella.
[2][3] Además, en 1936 Silvio d'Amico le convenció para dar clases en la Academia Nacional de Arte Dramático, la cual dejó al siguiente año.
En 1940 dirigió la Accademia dei filodrammatici de Milán, encontrándose entre sus estudiantes Giorgio Strehler y Paolo Grassi.
[4] Tumiati trabajó en numerosos filmes de éxito, entre ellos Malombra (1942), Eugenia Grandet (1947), La figlia del capitano (1947), Il Cristo proibito (1951), Il mercante di Venezia (1953), Ulises (1955) y Guerra y paz (1955).