El nombre que significa "elegidos o inspirados por Dios" se originó en el título del documento usado por el ministro de propaganda del Reich.
Sólo una minoría entre los 140.000 que integraba la Cámara de Cultura del Reich podía estar exento.
Cada artista recibió una carta dándosele a conocer su estatus, "carta que se considerará una notificación oficial de la oficina de empleo competente".
[1] Muchos de los elegidos no eran miembros del partido ni simpatizaban con la ideología nazi pero fueron escogidos por Goebbels como "Tesoros nacionales".
En la primera lista estaban incluidas Anny Konetzni, Alda Noni, Irmgard Seefried y Elisabeth Schwarzkopf pero fueron omitidas posteriormente.