La sala en sí contribuyó significativamente al creciente renombre de la orquesta.
El pasillo, construido enteramente de madera, "colgaba" en el piso superior del edificio.
En 1892, se inauguró un monumento a Felix Mendelssohn frente al Neue Gewandhaus.
44 años más tarde, en 1936, el régimen nazi decretó que un monumento en honor a un "judío de pura sangre" causaría ofensas públicas y ordenó su demolición.
El Neue Gewandhaus sufrió un golpe directo durante el bombardeo en febrero de 1944.