Nacido en Klosterneuburg, cerca de Viena, Austria, aunque disfrutó de una gran carrera artística, a diferencia de sus paisanos Oskar Werner, Curd Jürgens, Maria Schell y Romy Schneider, él nunca tuvo un gran éxito internacional.
Peor aún, su carrera en los Estados Unidos finalizó antes de empezar: estaba contratado para protagonizar junto a June Allyson una versión de My Man Godfrey en 1956, pero hubo de ser reemplazado por David Niven por fallarle la memoria durante el rodaje de la película.
Otro film del cual fue protagonista es el clásico alemán Ludwig II: Glanz und Ende eines Königs.
A principios de la década de 1970 se retiró y se dedicó a la lingüística y a la filosofía, dando conferencias y publicando varios libros.
O. W. Fischer falleció en 2004 en Lugano, Suiza, a causa de una insuficiencia renal.