En su juventud trabajó en circos ambulantes y recorrió el centro de Europa hasta que abrió un pequeño consultorio de orientación y videncia en Praga.
En la capital alemana se asoció con Hans Einz Ewers, un estrambótico conferenciante, quien una tarde le presentó al joven Adolf Hitler, líder del Partido nazi, que por entonces no era más que un pequeño movimiento político de extrema derecha.
Desde entonces Hitler y sus más cercanos colaboradores se convirtieron en asiduos clientes de Hanussen, frecuentando su recién estrenado Palacio del Ocultismo.
[4] Años más tarde, el psicoanalista estadounidense Walter Charles Langer confirmaría los encuentros entre ambos personajes.
[7] Su historia ha sido llevada al cine en tres ocasiones: O. W. Fischer y Georg Marischka dirigieron una primera versión titulada Hanussen, en 1955, el húngaro István Szabó realizó en 1988 la película Hanussen, El Adivino y Werner Herzog, en 2002, dirigió Invencible (película de 2001).