Gonzalo Curiel

Pero su gran vocación por la música se impuso, y en 1927 dejó la universidad para trasladarse a la Ciudad de México.

Y precisamente como pianista se inició profesionalmente en la música, tocando en la emisora de radio XEW.

Llevaba dos meses de haber ingresado a esa radiodifusora, cuando el doctor y cantante Alfonso Ortiz Tirado, quien al día siguiente salía a una gira internacional, recibió la noticia de que su pianista estaba enfermo, por lo que le pidió a Gonzalo Curiel que lo sustituyera.

Después, buscando siempre innovaciones, formó a Los Diablos Azules y Los Caballeros de la Armonía, entre otros grupos.

Entre otras cintas musicalizadas por Gonzalo Curiel que vale la pena destacar, se encuentran Soy un prófugo y A volar joven, ambas con Cantinflas; Lo que le pasó a Sansón, con Tin Tán; Ángel o Demonio, Santa, Paraíso Robado, La casa de la zorra, Cantando nace el amor, Hombres de mar, Cartas a Eufemia, El genial detective Peter Pérez, entre otras.

Estas obras representaron la culminación de su sólida preparación y su carrera musical.

En 2009, fue galardonado por la Sociedad de Autores y Compositores con el Reconocimiento Póstumo Juventino Rosas, una presea post mortem, instituida para honrar a los autores y compositores mexicanos cuya obra ha trascendido las fronteras lingüísticas y culturales, permaneciendo vigente hasta nuestros días, para gloria de México en el mundo.