Debido a la estrechez económica de su familia, su madre debió trabajar como lavandera, mientras que él siendo adolescente comenzó a trabajar en el puerto local y en una venta de ostras, para complementar los ingresos familiares.
Sin embargo, el premio en efectivo debió usarlo para pagar los gastos del sepelio de su madre, que había muerto recientemente.
Luego de renunciar a RCA Víctor, Salinas, firmó un contrato con la hoy desaparecida empresa discográfica Peerless, con la que grabó boleros diversos.
También se conservan algunas grabaciones en vivo en la radio mexicana de piezas como “Perjura”, “Espérame”, “Punto Final”, “Mañana” y “Ondas del Danubio”, en las cuales el tenor abordó con relativa facilidad otros géneros, tales como la danza mexicana y el vals.
Allí tuvo la posibilidad de cantar en la orquesta del violinista argentino Américo Belloto Varoni.
En aquella estancia, se presume que tuvo oportunidad de entablar contacto profesional con el tenor italiano Tito Schipa, quien pasaba largas temporadas en Buenos Aires, dando recitales y realizando grabaciones.
[3] A la hora de su muerte, Salinas tenía 39 años y, su estado financiero era precario.
Su voz, según críticos musicales, recuerda a la del tenor italiano Beniamino Gigli, al punto tal de que a Salinas se le consideró como una especie de “Gigli del Bolero”, género en el que destacó.