Girolamo estudió leyes en la universidad de su ciudad natal y ejerció en los tribunales por un tiempo.
Se convirtió en amigo cercano del obispo de esta última ciudad, Emilio Altieri, quien después sería nombrado Papa Clemente X.
Pasó por muchos cargos, en los que fue necesario el estudio profundo de las numerosas críticas doctrinarias, disciplinarias, y políticas a la Santa Sede surgidas durante la segunda mitad del siglo VII, como la controversia del Quietismo (Miguel de Molinos, Fénelon, Madame Guyon); el surgimiento de Galicanismo en Francia y la Disputa de los Ritos entre misioneros en China (principalmente jesuitas) y el Vaticano.
Entre las posesiones de la biblioteca se encuentran 64 códices griegos (15 de ellos donados por Casanata) y 230 textos hebreos (rollos y libros), entre los cuales hay 5 códices samaritanos.
La Biblioteca Casanatense conserva todavía 1125 volúmenes manuscritos de opiniones, informes y declaraciones (voti, relazioni y posizioni) sobre asuntos tratados en las diversas Congregaciones a las que pertenecía Casanata.
Entre los que más estimuló destaca Lorenzo Alessandro Zaccagni, a quien indujo a publicar una colección de material para la historia antigua de las iglesias griega y latina: Collectanea monumentorum veterum Ecclesiæ græcæ et latinæ (Roma, 1694, 4.º).