[2] Sus frecuentes viajes a la península ibérica, fundamentalmente, su formación literaria, filosófica e histórica, sus acertados contactos con mecenas que costearon sus viajes y su natural inquietud femenina hizo que sus obras llevaran un estilo muy personal,[n 5][3] resaltando en muchos momentos cuestiones, detalles, costumbres, hechos de mujeres tanto de su presente como del pasado.
Forjó una gran amistad, entre otros, con estudiosos españoles como Manuel Gómez-Moreno, Elías Tormo, Francisco Javier Sánchez-Cantón[n 7] o Vicente Lampérez.
consideran que King utilizaba su obra del pasado y del presente como una búsqueda de la modernidad en todos los aspectos; especialmente por contraste de su talante con otras mujeres coetáneas, incluso de alumnas, como Agnes Mongan, que lograron alcanzar una posición en el mismo campo pensando y argumentando como un hombre y evitando juicios intuitivos que parecieran muy femeninos.
[n 9] Pese a toda su labor, quizá por ese toque demasiado personal de sus libros o porque no lograra despertar verdadero interés en sus coetáneos por España o porque los condicionantes sociales permanecían aún rígidos ante la brillantez intelectual femenina, Georgiana parece haber quedado relegada en el olvido tanto en su país de origen como en el país que le embrujó.
Su madre, cuyo apellido era Goddard, tenía gran interés por la literatura y fue miembro del primer club literario creado en Norfolk tras la Guerra Civil.
Falleció cuando Georgiana tenía 13 años y, aunque su padre se volvió a casar, ella no sintió ningún apego por su madrastra.
[n 12] En este detalle radica la explicación de que su última residencia estuviera en Hollywood.
[n 13] En definitiva, por un cúmulo de circunstancias, mantuvo una formación netamente femenina en dos centros pioneros en su entorno geográfico más inmediato.
Siendo la literatura su primera pasión, que perduró toda su vida, fue gran lectora de español, francés, italiano y, por supuesto, inglés.
Gran admiradora del poeta Robert Browning, su primera obra impresa será de carácter totalmente literario: The Way of Perfect Love.
En The Autobiography of Alice B. Toklas también testimonio un encuentro de ambas amigas en España previo a la Primera Guerra Mundial.
King incluso contactó con Alfred Stieglitz, el gran exponente del arte moderno en América, para un curso que estaba preparando en 1916.
[n 20] Aunque no era algo inédito, seguían siendo muy pocas la mujeres fotógrafas en esta época en los Estados Unidos.
[n 8] Sin embargo, parece ser que pocos años antes, hacia 1909, si aceptó la sugerencia de Huntington para, como formada literata, revisar y reeditar la obra del arquitecto inglés, George E. Street, un destacado practicante del renacimiento gótico victoriano, titulada Some account of Gothic architecture in Spain.
[n 5] En varias de sus obras, King señalará las dificultades vividas durantes sus viajes por la península ibérica, por la precarias comunicaciones, por las reticencias a los extraños y por la presencia de mujeres solas, modernas e independientes en medios rurales tan arraigadas tradiciones.
King tuvo que dejar inacabado su libro sobre arte y arquitectura de Portugal.
En un accidente sufrió múltiples roturas mientras investigaba sobre el tema y, tras regresar a los Estados Unidos, murió en Hollywood en 1939.