Las ciudades más importantes del norte de Camerún son Garoua y Maroua.
En la meseta oeste (cordillera de Camerún), en la frontera con Nigeria, se encuentra la zona anglófona del país, cuya ciudad más importante es Bamenda.
A lo largo de la costa se producen chaparrones todo el año.
[1] Se caracteriza por abundantes precipitaciones, altas temperaturas y constante amplitud térmica, dando lugar a una vegetación baja y degradada según se va alejando del ecuador.
El cielo suele estar nuboso, incluso en el periodo seco de diciembre a febrero.
La región Central está formada por rocas cámbricas y metamórficas, con dominio del granito en la frontera con la meseta de Adamawa.
La vegetación es densa, especialmente en el sur, donde domina el bosque húmedo, con árboles de hasta 40 m de altura y grandes raíces, entre ellos el metel, la Guibourtia, el iroco, la caoba y el obeche.
Hay plantaciones de banana, taro y ñame, aunque el rey es el cacao.
La región está cubierta de bosque húmedo y manglares en la costa.
La agricultura incluye taro, maíz, mandioca, yuca, cacahuetes, y grandes plantaciones de cacao.
En la meseta, las lluvias son de 1000 a 2000 mm y disminuyen hacia el norte.
Hay una estación seca de diciembre a febrero y las temperaturas medias descienden hasta los 20.oC.
Al sur, se halla la meseta de Adamawa, que se extiende desde Nigeria a través de Camerún hasta la República Centroafricana, con una altura media de 1.000 m y cimas que superan los 2000 m. En la frontera con Nigeria, esta región está compuesta por granito y otras formaciones metamórficas.
Los suelos son lateríticos en su mayoría, rojos y ferruginosos, lavados por las intensas lluvias.
La región limita al sur con la meseta Sudcamerunesa, de clima ecuatorial guineano.
La sabana apenas tiene árboles, aunque crecen hasta los 1800 m, con predominio de bambúes y helechos.
Los recursos hídricos del país, por lo tanto, ascienden a un total de 285,5 kilómetros cúbicos.