Aunque se separan en varios clanes individuales, todos comparten un origen, una historia y una cultura comunes.
El tercer grupo se llama Bulu y constituye un tercio de todos los Beti-Pahuin en Camerún.
Estos incluyen los Manguissa, Yekaba, Bamvele, Evuzok, Batchanga, Omvang, Yetude, y, desde un punto de vista más amplio, los Baka.
[2] Como consecuencia de este pasado matrilineal todavía podemos ver hoy en día el fuerte vínculo entre el tío materno y la sobrina.
Estos clanes entran bajo la regla nominal de un jefe, que también es tradicionalmente considerado como una autoridad religiosa.
Estos pueblos son en su mayoría lineales, con casas paralelas a la carretera y respaldadas por bosques.
Aquí, los asentamientos están más en el patrón europeo, con una red de calles, varios barrios, y distritos administrativos o comerciales centrales.
El ganado se limita a pequeños animales que pueden ser dejados para alimentarse desatendidos, tales como cabra, cerdo y pollo.
En ese momento, gran parte de su cultura tradicional fue abandonada, incluyendo muchas danzas y canciones nativas.
Así, hoy en día muchos Beti-Pahuin se consideran cristianos, van a la iglesia los domingos y practican otras costumbres religiosas occidentales.