Geisslerlieder

Estos cantos cubrieron la Europa medieval durante dos períodos de histeria colectiva.

Los textos por lo general estaban organizados en estrofas de cuatro versos que rimaban por pares, dando lugar al esquema AABB.

[1]​[2]​[3]​ La mayor parte de los cantos populares religiosos de la Edad Media se han perdido porque quienes pudieron escribirlos no consideraron que merecieran ser conservados para la posteridad.

En Italia se cantaban laudes divinas et incondita carmina (Bolonia, 1260) e hymnos in latina vel vulgari lingua durante estos actos, pero se prohibía tanto la música instrumental como las amatorie cantilene.

[1]​ La segunda oleada se produjo en 1349, alcanzó una difusión mucho más amplia que el primer brote y probablemente atrajo a un mayor número de participantes, aunque no duró tanto tiempo.

Se extendió por amplias zonas de Europa como una catástrofe natural en su efecto sobre la población.

Un inmenso brote, agravado por el temor de que el Juicio Final fuera inminente, se extendió en esta ocasión desde los Países Bajos hasta Gran Bretaña y Escandinavia.

Un solista canta la estrofa mientras el estribillo es interpretado al unísono por el grupo de flagelantes.

Asimismo, fue el primero en anotar las variantes de estrofa a estrofa habituales en la canción popular viva, por lo que su registro de lo que realmente se cantaba en el siglo XIV tiene un valor documental único.

Los Geisslerlieder fueron suprimidos por la Iglesia y rápidamente surgieron parodias del movimiento.

Flagelantes en Crónicas de Núremberg (1493) de Hartmann Schedel . Penitenciagite ("haced penitencia"), hay que castigar el cuerpo para salvar el alma.
Miniatura representando las procesiones de flagelantes de Brujas a Tournai el día de la Asunción de 1349 de Pierart dou Tielt para ilustrar en el manuscrito Tractatus quartus de Gilles li Muisis (Tournai, c. 1353, fol. 16v, Biblioteca Real de Bélgica , Bruselas ).