A lo anterior cabe añadir la impronta de actividad humana en la zona, habiendo sufrido procesos erosivos, pérdida de vegetación y cambios en el uso del suelo (cereal, olivos, almendros...).
Entre los hontanares destaca Fuente Bellido -que da nombre al paraje-: en su entorno se ha construido un merendero (con cenador cubierto y quemadores) y un mirador sobre la vega del Turia.
[2] Cabe destacar la presencia de ciervos (Cervus elaphus), corzos (Capreolus capreolus), cada vez más abundantes; especies de carnívoros como el gato montés (Felis silvestris), la gineta (Genetta genetta) y grandes rapaces como el águila real (Aquila chrysaetos) y el búho real (Bubo bubo), entre otras.
En las zonas más espesas y húmedas del bosque habita el gavilán (Accipiter nisus), la tórtola europea (Streptopelia turtur) y diferentes anfibios.
Existe, sin embargo, una pistar rural parcialmente asfaltada que comunica Ademuz con la aldea de Sesga, vía Val de la Sabina, que bordea el límite noroccidental del paraje.