Freno de pie izquierdo

Sin embargo, para su uso en vías públicas, es una técnica desaconsejada por muchas organizaciones de seguridad vial.

Cuando la aceleración longitudinal no es nula, ya sea positiva o negativa, la máxima adherencia lateral disponible es menor.

Además, la trayectoria que sigue el neumático, al soportar éste un esfuerzo lateral, no coincide con la intersección del plano medio del neumático con el suelo, sino que la velocidad de desplazamiento forma un ángulo con dicha intersección.

Al mantener un alto caudal de alimentación (aire y combustible), el motor acelera más rápidamente al soltar el freno, pues no es necesario acelerar el flujo de aire, tanto en la admisión como en el escape.

Ambos fenómenos hacen que el coeficiente de fricción entre discos y pastillas disminuya drásticamente.

También, cuando el pie izquierdo está acostumbrado a presionar exclusivamente el embrague, hace mucha mayor fuerza de la necesaria para frenar.

Además, muchos vehículos modernos usan un control electrónico de la aceleración, en vez del enlace tradicional mecánico.

De izquierda a derecha, pedal del embrague, del freno y del acelerador, correspondientes a un Peugeot 206 . El accionamiento del freno con el pie izquierdo permite no quitar el otro pie del pedal del acelerador.