Cuenta con un pantano, construido en 1940, una central hidroeléctrica y con polígono industrial químico.
La localidad ha pasado a la historia por ser uno de los últimos bastiones del Ejército Popular de la República comandado por el teniente coronel Manuel Tagüeña durante la Batalla del Ebro.
En el margen izquierdo del río, un monumento recuerda a los caídos durante la batalla y un segundo monolito recuerda el acontecimiento que tuvo lugar en la madrugada del 16 de noviembre de 1938.
La industria química, que posteriormente pasó sucesivamente a pertenecer a Sociedad Anónima Cros, Ercros, Erkimia y desde hace una década, de nuevo, a Ercros, ha ido transformándose según las necesidades y la evolución industrial y social del entorno, para finalmente sufrir un lento declive ante el paulatino traslado de la producción química mundial hacia países como India y China, lo que en este caso ha supuesto una disminución de la población, a pesar del dinamismo natural que ha demostrado la zona en los sectores industrial y energético con la instalación de centrales hidroeléctricas de Riba-roja y Flix, dos centrales nucleares de Ascó, otras industrias, también químicas, como la finlandesa Kemira, en 1992, e Inquide-Flix, en 2000 (cerrada en 2009), de un parque de generación eléctrica de energía solar fotovoltaica en 2007 y otras industrias que no llegaron a hacerlo en su momento (Hoechst en los años 70, General Electric a finales de los 80 y otros proyectos industriales y energéticos en los años 2000).
La principal carretera es la C-12, de Tortosa a Lérida, conocida como Eje del Ebro.
Otra carretera provincial comunica Flix con La Palma de Ebro y la Granadella.
La localidad dispone de estación en la línea férrea Barcelona-Zaragoza por Mora la Nueva y Caspe.