La jugaron All Blacks y Springboks, siendo el enfrentamiento más importante de la rivalidad en la historia.
El partido fue muy parejo, con defensas altamente eficaces y constante juego físico, sin destacar ningún equipo pero neutralizando recíprocamente las cualidades del otro.
Antes del partido Nelson Mandela, presidente sudafricano, ingresó al campo con una camiseta de los Springboks y saludó personalmente a los 30 jugadores.
Al final, entregó la Copa Webb Ellis al capitán sudafricano Francois Pienaar; quien agradeció a su líder por unir a las razas sudafricanas.
Jonah Lomu fue el mejor jugador del mundial, tuvieron el scrum más fuerte; con cinco jugadores en el equipo ideal y el ataque más efectivo; al marcar 315 puntos (145 a Japón), con Marc Ellis y Lomu anotando siete tries.