Vueltas de San Antón

Las vueltas nacidas en Madrid se han propagado en otros pueblos de la península ibérica.

[3]​ En la segunda se celebraba con algún tipo de vinculación a San Antón Abad y la tercera es una festividad puramente adscrita al santoral cristiano.

Quizás en la frontera, por esta razón se menciona debiendo ir por fuera, es decir dando rodeos (hay que recordar que una de las puertas cercanas es la de Santa Bárbara).

Una vez 'rodeaban' las calles se acercaba el rey elegido con centeno y otros alimentos para que fuese bendecido por los religiosos del templo de San Antón.

Tras la en plena Guerra de Sucesión los borbones volvieron a conceder aprobación para que fuese celebrada.

Los rodeos o vueltas, ya se realizaban por las zonas edificadas de las calles de Hortaleza y Fuencarral (llegando incluso a la de Montera), se incluían mulas y caballos enjaezados cuya cebada y centeno era bendecida por los padres escolapios.

Los años treinta y la posterior confrontación bélica civil hizo que las denominadas vueltas no se celebraran.

Los conocidos panecillos de San Antón forman parte de la repostería santoral de las celebraciones madrileñas .
Cruce de calles en la confluencia de las escuelas pías.
La romería de San Antón (1895)