Está situada entre la Puerta del Sol (es una de las diez calles que nacen en esta plaza) y la llamada Red de San Luis (intersección con Gran Vía).
Se trata de una calle que sube en cuesta, desembocando su parte superior en la Gran Vía.
[2] En el siglo xv, cuando junto a la Puerta del Sol se formaba el arrabal de San Ginés (desplegándose por la zona oriental del espacio que ocupa hoy en día la Puerta del Sol), una de las salidas de la muralla daba a los olivares de los caños de Alcalá,[3] en los que la leyenda cuenta que bebió Sancho IV antes de entrar a Madrid, cuando al montar a caballo se le cayó la montera y nadie del cortejo lo advirtió; el legendario relato asegura que la pérdida de la montera enojó mucho al rey, hasta el punto de que el hecho sería grabado en dos piedras a ambos lados del camino, en una decía Al pasar esta vereda el Rey perdió la montera y en la otra Como Don Sancho era bravo, caminó con grande enfado.
A finales del siglo xvii se construyó en ella la iglesia de San Luis Obispo,[5] que sin embargo fue incendiada en marzo de 1936, durante la Segunda República española[6], y quedó destruida, siendo demolida en 1943.
En los años 1960, Otto Skorzeny tuvo su despacho en el número 25 de la calle.