Por decreto pontificio, es la fiesta patronal de Argentina, Brasil, Chile, Italia, Corea, Nicaragua, Paraguay, Filipinas, España, Estados Unidos y Uruguay.Desde 1953, el Papa visita la Columna de la Inmaculada Concepción en la Piazza di Spagna en Roma para ofrecer oraciones expiatorias en conmemoración del solemne acontecimiento.Desde allí se extendió a Inglaterra, Francia, Alemania y, finalmente, Roma.[10] Además, el pontífice solicitó que la bula papal fuera notariada en la Santa Sede para ser posteriormente copiada y reproducida para su difusión.En el siglo XV, el papa Sixto IV, al tiempo que promovía la festividad, toleró explícitamente tanto las opiniones de quienes la promovían como la Inmaculada Concepción como las de quienes cuestionaban tal descripción, postura que más tarde respaldó el Concilio de Trento.[14] (En algunos países, entre ellos Estados Unidos, la obligación de asistir a misa no se traslada.La Iglesia ortodoxa no acepta el dogma católico de la Inmaculada Concepción.La situación en otras iglesias constituyentes de la Comunión Anglicana es similar, es decir, como una conmemoración menor.