Feminismo en Portugal

En ella, destacan las sufragistas portuguesas Ana de Castro Osório (1872-1935), Adelaide Cabete (1867-1935), Carolina Beatriz Ângelo (1877-1911) y Maria Veleda (1871-1955), entre muchos otras.Desmitificando los estereotipos creados durante siglos sobre la naturaleza femenina, desde una visión tanto humanista como medieval, su obra se convirtió en uno de los primeros textos escritos en portugués para afirmar que las mujeres no eran ni inferiores ni superiores a los hombres, reforzando que los defectos y cualidades del ser humano dependían sólo de su personalidad y no de su sexo.[18]​[19]​ Casi treinta años después, Antónia Pusich se convirtió en la primera portuguesa en asumir la dirección y propiedad de un periódico en el país luso al adquirir la Assembléa Litteraria (1849) y posteriormente fundar la revista A Beneficência (1853).Sin embargo, tratando de no crear tensiones con el Gobierno, pidieron el voto sólo para las mujeres que pagaran impuestos, fueran mayores de edad y pertenecieran a la élite intelectual.Este último factor no agradó a todas las integrantes del movimiento feminista, creando dos facciones en su activismo: el ala más conservadora y minoritaria, encabezada por la fundadora Ana de Castro Osório, y el ala considerada más radical y mayoritaria, encabezada por Maria Veleda, que creía que restringir el derecho al voto empeoraría la situación de desigualdad existente entre las mujeres portuguesas, por lo que debía ser universal.[33]​ Con la participación del Cuerpo Expedicionario Portugués en la Primera Guerra Mundial, varias mujeres republicanas, monárquicas, feministas, unionistas y conservadoras se reunieron por primera vez con el objetivo de movilizar a las mujeres para el esfuerzo bélico y ayudar a los soldados enviados al frente de combate, incorporándose a los movimientos caritativos Comisión Femenina "Por la Patria" (1914-1916), fundada por las feministas Ana de Castro Osório, Ana Augusta de Castilho, Antónia Bermudes y María Benedita Mouzinho de Albuquerque Pinho,[34]​ y Cruzada das Mulheres Portuguesas (1916-1938), dirigida por la primera dama, Elzira Dantas Machado.[38]​ Durante la década de 1930, varios regímenes dictatoriales llegaron al poder en toda Europa.Para educar a la sociedad en este sentido, Salazar utilizó diferentes formas de transmitir sus ideales.La formación ideológica y doctrinal de las mujeres tuvo lugar a través de organismos estatales, como la Obra das Mães pela Educação Nacional (OMEN), la Mocidade Portuguesa Feminina (MPF) y el Movimento Nacional Feminino (MNF), que operaban en las organizaciones básicas de la sociedad, esencialmente educando a las mujeres según su doctrina, para desempeñar mejor los roles tradicionales en la familia que se atribuían a su género: los de hijas, esposas y madres dedicadas.[48]​ Era necesario obtener la aprobación de sus maridos para quienes querían tener una profesión accesible a su género o incluso, en el caso de quienes se veían obligadas a trabajar por necesidad, en muchos casos.Educación: «taller de las almas femeninas» Entendiendo el valor de la aculturación, el régimen dictatorial invirtió durante décadas en la construcción de escuelas con bases nacionalistas, donde se estipulaba que en la escuela primaria se debían adquirir "conocimientos mínimos", entonces considerados aptos para las "clases humildes", mientras que la secundaria y la educación superior estaba destinada exclusivamente a “futuros líderes” .Legalmente, el voto femenino fue entonces posible en Portugal, como deseaban las sufragistas desde principios de siglo, pero debido a sus numerosas restricciones, el decreto-ley excluyó a la gran mayoría de las mujeres del país.Ese año surgieron tres candidatas a la Asamblea Nacional y una candidata a la Cámara Corporativa: la abogada Maria Cândida Pereira, la doctora Domitila de Carvalho y la rectora del colegio secundario Maria Baptista Guardiola.[57]​ Sin dejar de luchar por sus derechos, las feministas portuguesas recurrieron en los años siguientes a otras organizaciones o asociaciones que continuaron desarrollando su papel en la reivindicación de derechos, como la Associação Feminina Portuguesa Para a Paz (AFPP), que fue disuelta por el Estado Nuevo.Durante el proceso revolucionario se abolieron todas las restricciones basadas en el género, lo que permitió a las mujeres acceder a carreras profesionales antes prohibidas y al derecho de sufragio universal, así como a derechos civiles, jurídicos y laborales, como el permiso de maternidad, la fijación del salario mínimo nacional o la abolición del derecho del marido a abrir la correspondencia de su mujer, entre otros.[64]​ Además, se han formado diversos grupos informales como el Crespas e Cacheadas en 2013, We Love Carapinha y Nêga Filmes en 2015, Roda das Pretas en 2016) o el Chá das Pretas en 2017.[67]​[68]​ Desde entonces, son varias las activistas gitanas portuguesas que impulsan el movimiento feminista en su comunidad, entre las que se encuentran, además de la propia Maria Gil, Olga Mariano, Cátia Marisa, Guiomar Sousa, Toya Prudêncio o Vanessa Matos, entre otras.[69]​ En 2017, llegaron a concentrarse 400 personas en la Praça do Comércio de Lisboa durante el 8M, mientras en 2018 sumaron 1.500 y en 2019 se alcanzaron 7.000.[69]​ En 2022, se convocaron movilizaciones en varias ciudades portuguesas durante Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres para denunciar la violencia machista ante el incremento del número de feminicidios en Portugal, que ya alcanzaba el 57% respecto a 2021.[71]​ Ese mismo año abrió sus puertas, también en la capital lusa, Greta, la primera librería feminista de Portugal con un catálogo formado solo por autoras.
Retrato de María I de Portugal , primera reina reinante y fundadora de las primeras escuelas para mujeres en Portugal
Retrato de Domitila de Carvalho, primera mujer licenciada en Matemáticas, Filosofía y Medicina por la Universidad de Coimbra
Estandarte de la Liga Republicana de Mujeres Portuguesas.
Suplemento del periódico O Século sobre las sufragistas portuguesas, publicado el 12 de mayo de 1910 . 5 – Ana de Castro Osório ; 6- Maria Veleda ; 7 – Beatriz Paes Pinheiro de Lemos ; 8 – María Clara Correia Alves ; 13 - Sofía Quintino ; 14 – Adelaida Cabete ; 15 - Carolina Beatriz Ãngelo ; 16- María do Carmo Joaquina Lopes.
Carolina Beatriz Ângelo y Ana de Castro Osório (1911)
Elementos de la cruzada de mujeres portuguesas
Congreso Feminista y de Educación organizado por el Consejo Nacional de Mujeres Portuguesas (Lisboa, 1928).