En 1899, tomó contacto a través de la "Revista Branca" (1899-1900), creada por Alice Pestana con la problemática de la educación infantil en su país.
Trabajó en el "Centro Escolar Republicano Afonso Costa", y apoyó los ideales de la República y del librepensamiento (1906).
Hacia 1916, su preocupación con el sentido de la existencia la llevó a tomar contacto con los conceptos del espiritismo y del esoterismo, adhiriéndose al espiritismo filosófico, científico y experimental.
Fundó el "Grupo das Sete", que más tarde se transformaría en el Centro Espiritualista Luz e Amor.
[2] Fundó las revistas "A Asa", "O Futuro", y "A Vanguarda Espírita", habiendo colaborado en la prensa espiritista de todo el país.