[1][2] A lo largo de la historia el pueblo gitano ha sido despreciado y perseguido por diferentes sociedades.
Muchos grupos aún conservan una cultura característica, con lengua, tradiciones o costumbres propias, donde la familia y la solidaridad entre sus miembros tiene una gran importancia.
Las pioneras del movimiento en España son María José Jiménez Cortiñas y Carmen Fernández Molina.
En ese Congreso se pudo escuchar a Ana Jiménez Adelantado, María José Cortiñas "Guru" y Carmen Fernández Molina, así como a mujeres referentes del movimiento feminista gitano que no suelen estar en los espacios feministas hegemónicos.
La mujer gitana en los discursos de alterización europea hasta mediados del siglo XX.
Así pues, si el ideal de mujer entre los siglos XV y hasta mediados del XX es aquella que cumple con el recato, el mandato de la castidad, su dedicación a la vida doméstica y su moral cristiana; a la mujer gitana se la representa como promiscua, bruja, liberal, de vida pública, bailarina y cantante.
En 1539, Carlos I dictó una nueva pragmática que modificaba los castigos impuestos por los Reyes Católicos en 1499.
Este mito estará presente también en la pintura sobresaliendo la obra de George Owen Wynne Apperley.
Así se plantea si éste debe ser diferenciado del feminismo blanco europeo o si debiese ser incluido en la Tradición teórico-práctica de los feminismos poscoloniales como el negro y el indígena.