Cuando tenía diez años, la familia real tuvo que huir de Francia y permanecer en el exilio en Gran Bretaña.
Tuvieron cinco hijos:[1][2] La pareja hizo construir un espléndido palacio en la Ringstrasse de Viena, para estar más cerca de su suegro viudo.
Hicieron construir una gran villa en Altmünster en la orilla del Traunsee, no muy lejos de la residencia de verano del emperador en Bad Ischl.
Pero como era diez años mayor que el rey Guillermo II, su hijo mayor, el duque Alberto, fue considerado y elevado como sucesor al trono.
Fue enterrado inicialmente en la cripta de la capilla del Palacio de Luisburgo, pero cuando en 1927 su hijo Alberto hizo construir una cripta familiar en Altshausen su cuerpo fue trasladado ahí.