Eugenio Bulygin
A lo largo de su carrera, que se desarrolló por más de sesenta años entre la segunda mitad del siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI, Bulygin se estableció como una de las figuras centrales en la historia del positivismo jurídico en el mundo.[4][5] Hijo único, Bulygin fue educado en su hogar (su madre María era una maestra) hasta los nueve años, cuando fue finalmente inscrito en una escuela pública.Estando allí, Bulygin aprendió alemán, y finalmente fue inscrito en una escuela en Linz en 1946.[5] En 1958, Bulygin se graduó como abogado y comenzó a dar clases en la UBA.Al mismo tiempo, llevó adelante sus estudios de doctorado, que finalizó en 1963.[2] Durante su estancia en Oxford, estrechó su amistad con Georg Henrik von Wright, a quien había conocido en 1968 cuando von Wright visitó la Universidad de Buenos Aires,[4] y también entabló amistad con Arthur Prior, J.L.[10] En el seminario, han participado una multiplicidad de figuras destacadas del ámbito como Roberto Vernengo, Ricardo Caracciolo, María Eugenia Urquijo, María Isabel Azaretto, Eduardo Rabossi, Pablo Navarro, Jorge Rodríguez, Cristina Redondo, Claudina Orunesu, Jan Sieckmann, Alexander Peczenik, Ernesto Garzón Valdés, Lars Lindahl, Ota Weinberger, David Makinson y Stanley Paulson, entre otros.[5] Entabló largas y profundas amistades con filósofos del derecho de todo el mundo, entre ellos su frecuente colaborador Carlos Alchourrón, sus ya mencionados conocidos de Oxford Georg Henrik von Wright, Arthur Prior, J. L. Mackie y P. F. Strawson, así como Ronald Dworkin, a quien también conoció en Oxford y que describió a Bulygin como "the wonderful Russian".