Normalmente se usa una plancha grabada y entintada sobre un papel húmedo a través de un tórculo o prensa.
También se realiza sobre distintos materiales: telas (estampado textil,[1] como el estampado de cachemiras o de indianas), cuero,[2] cerámica, metales —extrusión, embutición y troquelación—), etc.[3] Como género artístico abarca técnicas gráficas o digitales, cuya particularidad es su carácter múltiple y reproductible.
[5] Muy relacionado está el propio concepto de sello como procedimiento para obtener una estampación que puede repetirse, de modo que no hay un "original" y una "copia".
Históricamente, el grabado y la imprenta derivan de ese concepto.
El arte de imprimir estampas se practicaba ya en el siglo XV.