Retrato de Émile Zola

Era aficionado a la pintura, en particular la de los pintores rechazados por la crítica oficial.

En 1866 Zola alabó a Manet, diciendo que su camino le llevaría directo al Louvre.

En la mano lleva un libro, posiblemente «L'Histoire des Peintres», de Charles Blanc.

Sobre la mesa del despacho se distingue el folleto azul celeste que el escritor había redactado para defender a Manet.

Junto a él se ven libros, un tintero y otros utensilios, al modo de un bodegón.