Escafandra autónoma

La escafandra autónoma es el aparato que los buceadores utilizan para respirar bajo el agua durante sus inmersiones.

[1]​[2]​[3]​ El regulador es completamente inútil y no constituye por sí mismo una escafandra autónoma si no está acoplado a una reserva de gases respirables que permitan la supervivencia del buzo bajo el agua.

Dicha reserva de gases está habitualmente constituida por uno o más tanques de gas, pero en el ámbito del buceo no se les llama «tanques» sino que se les llama «botellas».

La escafandra autónoma es indispensable para la respiración subacuática, pero la práctica del buceo requiere también el uso de otros elementos importantes, como por ejemplo la máscara, las aletas, los escarpines, el traje, el chaleco estabilizador o jacket y el cinturón de lastre.

Desde entonces se siguió perfeccionando la tecnología del reciclador en otros países de Europa hasta la actualidad, sobre todo en Inglaterra y en Alemania, pero siempre con una autonomía muy limitada en profundidad debido al hecho de usar oxígeno puro en el sistema de reciclaje del aire respirado (pues el oxígeno puro puede provocar un edema pulmonar en profundidades superiores a 10 o más metros).

El primer regulador de la historia, o en todo caso el más antiguo del que se tenga constancia, fue patentado en Argentan en 1838 por el médico francés Manuel Théodore Guillaumet.

Estaba acoplado a una manguera alimentada en aire desde la superficie y por lo tanto no constituía en sí mismo una escafandra autónoma propiamente dicha.

Impresionado por este invento el escritor Julio Verne equipó al capitán Nemo y a sus hombres con el aparato Rouquayrol-Denayrouze en su famosa novela Veinte mil leguas de viaje submarino.

En 1957, una versión modificada por la marca Nemrod permitió al barcelonés Eduard Admetlla i Lázaro sumergirse hasta los 100 metros de profundidad, estableciendo así un nuevo récord mundial.

Estas ventajas hacen que los recicladores hayan sido siempre, desde la Segunda Guerra Mundial, los aparatos autónomos de respiración utilizados sistemáticamente por los buzos militares.

La escafandra autónoma es el dispositivo de buceo más habitual desde que en 1943 los franceses Jacques-Yves Cousteau y Émile Gagnan inventaron el regulador.

La energía almacenada en el gas puede causar daños considerables si se libera de forma incontrolada.

Buceador bajo el agua, equipado con una escafandra autónoma.
Réplica de la máquina de inmersión de John Lethbridge en la Cité de la Mer , Cherburgo , Francia
Fotografía de dos buceadores con escafandra autónoma.