Fueron las segundas elecciones convocadas durante el breve reinado de Amadeo I, debido a la división interna del Partido Progresista, escindido en dos fuerzas políticas, el Partido Demócrata-Radical dirigido por Manuel Ruiz Zorrilla y el Partido Constitucional dirigido por Sagasta, que incorporará algunos miembros de la Unión Liberal del general Francisco Serrano Domínguez.
Los constitucionalistas ganaron las elecciones gracias a lo que entonces se llamó eufemísticamente «la influencia moral del gobierno».
Antes de las elecciones dio una serie de instrucciones a los gobernadores civiles de cada provincia en las que entre otras cosas se les ordenaba lo siguiente:[2] Los republicanos federales de Pi y Margall quedaron segundos (se abstuvieron los federalistas «intransigentes»).
Fue nombrado presidente del Congreso de los Diputados el conservador Antonio de los Ríos Rosas, y presidente del Senado Francisco Santa Cruz Pacheco.
Su sucesor Manuel Ruiz Zorrilla, al no contar su partido, el Radical, con la mayoría en las Cortes, consiguió que el rey las disolviera y se convocaran nuevas elecciones para el 24 de agosto de 1872, que ganó de forma aplastante, de nuevo gracias a «la influencia moral del gobierno».