Formada a semejanza de la absolutista ronda de Tarrés (1848—1853), un grupo terrorista reaccionario a cuyo líder Tarrés había conocido Prim en la Guerra de África, estaba dirigida por el periodista y empresario teatral Felipe Ducazcal, y la formaban unos treinta individuos cuyo cometido era destrozar las redacciones de los periódicos de la prensa opositora (alfonsinos, moderados, carlistas), disolver las reuniones de los partidos políticos moderado y carlista cantando el Trágala, dar palizas a los líderes destacados de los mismos y amedrentar a los electores adversos, apedreando los cristales de sus casas o las farolas cercanas a ellas, entre otros procedimientos, a veces con la cooperación e incluso la anuencia callada de las autoridades civiles.
Tras la abdicación de Amadeo en 1873, la partida pasó a apoyar las pretensiones del príncipe Alfonso, a cuyos partidarios había atacado hasta entonces.
Algunos de los periódicos que fueron víctimas de la misma fueron La Constancia, El Cascabel, El Combate y Don Quijote, este último dirigido por Juan Rico y Amat quien, además, no pudo estrenar una zarzuela suya por la aguerrida oposición que ejerció dicha partida.
La Partida de la porra también actuó contra la Internacional en España.
[2] El republicano Nicolás Estévanez Murphy, aludiendo al golpe del general Manuel Pavía contra la Primera república española, escribió sobre la Partida la siguiente parodia de Bécquer: