Sirvió en Puerto Rico y en Santo Domingo hasta la definitiva renuncia de Narváez a anexionarse la isla.
Al disolverse el batallón en el que prestaba servicio fue arrestado por abofetear a un subordinado tras lo que pidió traslado a Cuba y seis meses de licencia para atender asuntos familiares y contraer matrimonio en Cádiz.
Por este motivo, solicitó su baja en el ejército español, porque no podía permanecer ni un día más.
En cuanto a las tropas que se me incorporaron, todo se redujo al cabo de Caballería Tomás Guzmán y cuatro soldados con muy buenos caballos, que supuse eran los de sus jefes.
Pero su ideología es el republicanismo federal pimargaliano que, de acuerdo con el Programa Republicano Federal de 1894 por él suscrito, primaba al Estado central sobre los estados regionales y solo consideraba nación a España, opuesto, al mismo tiempo, al centralismo —para Estévanez madre de todos los males— y al regionalismo, que consideraba propio del tradicionalismo y antiliberal.
Pío Baroja, en sus Memorias, dice que pudo ser Nicolás Estévanez el encargado de transportar desde Francia a Barcelona, envuelta en una bandera francesa, la bomba con la que diez días después Mateo Morral intentó acabar con la vida de Alfonso XIII, el 31 de mayo de 1906 en un atentado del que los reyes salieron indemnes pero que costó la vida a treinta espectadores.