Dedicada al periodo ejecutivo de la Primera República Española, la acción histórica transcurre en el año 1873.
[2] Relata Galdós la partida de Amadeo a Lisboa, tras su abdicación, y la proclamación de la República, sus crisis ministeriales, y las sucesivas gestiones presidenciales de Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar.
También se apuntan pasajes de las insurrecciones armadas de carlistas y cantonalistas.
[3] Para el entramado fantástico,[4] el escritor recurre de nuevo a los personajes creados en el anterior episodio, el periodista y mujeriego Tito Liviano –un alter ego parcial de Galdós– como narrador y Mariclío (personificación de Clío, la musa de la Historia).
[5] Juega con ellos a poner en danza el concepto unamuniano de «intrahistoria» (que Galdós nombra como «Historia interna», como explicará más tarde en Cánovas: Como una prolongación estilística de los recursos empleados en El caballero encantado,[4] el escritor de las Novelas españolas contemporáneas (en su «ciclo mitológico») tiende ahora un puente hacia y sobre los cuatro últimos episodios,[2] como en este pasaje que narra Tito, en fabuloso diálogo con Mariclío: