El círculo de costura

Sobre todo en el caso de las grandes estrellas, esto se prohibía con las correspondientes cláusulas contractuales.La aparición del cine sonoro representaba para la industria otra amenaza a la moral del público americano, puesto que lo que hasta entonces se había expresado en el cine mudo mediante pantomima, gestos, guiños e insinuaciones, ahora podía ser oído.Greta Garbo, Marlene Dietrich y Joan Crawford eran mujeres fatales en el cine, que supieron explotar a la perfección el amplio espectro de ambigüedad sexual y subrayaron su carácter andrógino vistiendo ropa masculina; escenas sexuales explícitas o sentimientos inconformistas, en cambio, no eran aceptados por el público.Un caso típico fue el matrimonio de Marlene Dietrich, que vivió 37 años con otra mujer, con Rudolf Sieber.UU., entre otras cosas, para despedir a personas que siguieran «actividades antiamericanas» y subversivas de sus trabajos en oficinas públicas.La industria del cine de Hollywood temía, al igual que otras personas públicas, aparecer en las listas negras de McCarthy, que luego eran estrechamente observadas por el Comité.Pocas de las mujeres pertenecientes al «ambiente lésbico» eran invitadas a las fiestas que se realizaban en casas privadas.Otras revistas llamaron a Garbo y Dietrich como «caballeros de los corazones».Rumores sobre la posible homosexualidad eran neutralizados con información sobre amoríos y relaciones con colegas actores masculinos, habitualmente pertenecientes al mismo estudio.