El círculo de Bloomsbury era un influyente grupo de escritores, intelectuales, filósofos y artistas ingleses, entre cuyos miembros más conocidos estaban Virginia Woolf, John Maynard Keynes, E. M. Forster y Lytton Strachey.
Según Ian Ousby, «aunque sus miembros negaron ser un grupo en cualquier sentido formal, se hallaban ligados por una permanente fe en la importancia de las artes».
[cita requerida] Excepto para Forster, que publicó tres novelas antes de su exitosa Howards End en 1910, el grupo desarrolló sus actividades intelectuales y artísticas con posterioridad a su inclusión.
El grupo tenía diez miembros originales principales:[5] Además de estos diez, Leonard Woolf catalogó como parte del Viejo Bloomsbury a Adrian y Karin Stephen, Saxon Sydney-Turner y Molly MacCarthy, junto con Julian Bell, Quentin Bell, Angelica Bell y David Garnett como adiciones posteriores.
[3] El grupo se reunió no sólo en sus hogares londinenses en Bloomsbury, sino también en los retiros del campo.
[8] También alberga otros nueve apóstoles, incluyendo al filósofo G. E. Moore, que era una gran influencia en los bloomsberries.
Y, ciertamente, había escritores que en algún momento fueron amigos cercanos de Virginia Woolf, pero que no formaban parte claramente del grupo: el sinólogo Arthur Waley, T, S, Eliot, Katherine Mansfield o Hugh Walpole.
Otra es Vita Sackville-West, que se convirtió en «el autor más vendido de Hogarth Press».
Si algo tenía en común un grupo tan heterogéneo, como señala uno de sus miembros, Gerald Brenan, en su Memoria personal, era un gran desprecio por la religión, si bien también compartían todos la reacción contra la moral victoriana y el realismo del siglo xix.
[cita requerida] Los miembros del Grupo creían en el placer y trataban de sacar el máximo de sus relaciones personales; «si esto significaba triángulos o figuras geométricas más complicadas, bueno, entonces también se aceptaba eso».
Sin embargo, al mismo tiempo, compartían un ideal sofisticado, civilizado y altamente articulado de placer.
[cita requerida] El Grupo obtuvo una temprana relevancia en los medios cuando, en 1910, varios integrantes llevaron a cabo el «engaño del Dreadnought», una broma en la que se hicieron pasar por representantes de la realeza abisinia para ser recibidos en el acorazado HMS Dreadnought con honores de Estado y que, debido a su repercusión en los medios, puso en ridículo a la Royal Navy.
[cita requerida] La campaña para el sufragio femenino se agregó a la naturaleza polémica de Bloomsbury, como Virginia Woolf representó al grupo en sus novelas Los años y Noche y día, obras sobre el movimiento de las sufragistas.
[cita requerida] El desarrollo del antiguo Bloomsbury fue inevitablemente afectado, junto con casi todo lo demás en la cultura modernista, por la Primera Guerra Mundial.
E. M. Forster siguió sus novelas exitosas con Maurice, que no pudo publicar porque trataba de la homosexualidad.
Virginia Woolf escribía y publicaba sus novelas y ensayos modernistas más leídos, E. M. Forster completó Un pasaje a la India, que sigue siendo la novela más respetada del imperialismo británico en la India.
Desmond MacCarthy y Leonard Woolf participaron en una rivalidad amistosa como editores literarios, respectivamente del New Statesman y The Nation and Athenaeum, alimentando así animosidades que vieron a Bloomsbury dominando la escena cultural.
[3] Vanessa y el hijo mayor de Clive, Julian Bell, murieron en 1937, durante la guerra civil española.