Eduardo Moore Bravo

Dentro de los requerimientos que debían cumplir las postulantes a enfermeras estaba el contar con una moral irreprochable.[2]​ La principal avenida del pueblo de Paredones se llama Eduardo Moore Bravo en su honor.Sin embargo, logró adquirir una casa en la calle Matucana, donde vivieron durante algún tiempo algunos jefes de sección y el mayordomo del museo.Moore solicitó la contratación del arqueólogo alemán Max Uhle y posteriormente del investigador chileno Tomás Guevara para liderar la Sección de Antropología, ambas no llevadas a cabo.También pidió, sin éxito, a las autoridades la instalación de luz eléctrica para el MNHN, siendo que en 1910 los edificios públicos ya contaban con este servicio.Esta escuela estaba a cargo de los propios científicos e investigadores del museo y a pesar de que no tuvo una vida larga, por él pasaron naturalistas y científicos que luego destacaron en sus quehaceres.En esta escuela el propio Moore también fue docente, llevando adelante las cátedras de Fisiología, Principios Médicos y Ciencia Sexual.Estos funcionarios debieron ser degradados de categoría, a simples ayudantes, para reducir los gastos.[4]​ Los años siguientes el debilitamiento del museo se mantuvo, con la eliminación de cargos.Durante un año el museo cerró sus puertas al público y todas las actividades se paralizaron.
Portadilla de «Cirugía de la guerra», de Eduardo Moore Bravo