Eduardo Luis Pareyón Moreno

Estudió arquitectura en la Universidad Nacional y comenzó una brillante carrera asistiendo a los arquitectos Augusto H. Álvarez durante la ejecución del proyecto de la Torre Latinoamericana, y Mario Pani en el proyecto del nuevo Conservatorio Nacional, ambos en la Ciudad de México.

Sin embargo, pronto se interesó por las excavaciones arqueológicas, debido a la rica historia del suelo en muchas áreas donde trabajaba como arquitecto.

Otro elemento que influyó en sus primeros estudios como arqueólogo fue que durante su infancia pasó muchos días explorando las antiguas ruinas de Teotihuacán, años antes de su reconstrucción, ya que el padre de Pareyón Moreno, el coronel Eduardo Pareyón Azpeitia, era amigo del ingeniero Manuel Gamio, cuyo trabajo y personalidad tuvieron un impacto durante su primer desarrollo cultural, en dicho contexto teotihuacano.

La mayor parte de estas piezas fue almacenada en los jardines del Ex Convento de Churubusco, hasta que en 1995 los arqueólogos José Antonio López Palacios, Ramón López Valenzuela y Yalo Jesús Madrigal Cossío comenzaron su estudio, catalogación y curaduría.

como la bibliografía publicada por el arqueólogo Eduardo Pareyón, permiten identificar en esta gran colección piezas pertenecientes a las regiones del Altiplano Central, Costa del Golfo, Oaxaca, Meseta P’orhépecha y culturas de Occidente y del Área Maya, las cuales datan de los periodos Preclásico, Clásico y Posclásico.

La mayoría de estos objetos están hechos en cobre, estaño, plata y oro.

Entre sus alumnos más conocidos se encuentran Eduardo Matos Moctezuma, Carlos Navarrete Cáceres, Otto Schöndube, Javier Villalobos Jaramillo, José Arturo Martínez Lazo, Arturo Warman y José Antonio López Palacios.