Se trata de una adaptación del drama televisivo «Twelve Angry Men», escrito por Reginald Rose y emitido en 1954 por la cadena estadounidense CBS.
La trama presentaba la deliberación a puerta cerrada de un jurado en un proceso penal por asesinato.
12 Angry Men, primer filme del director Sidney Lumet, contaba con un excelente reparto y extendió la fama de la obra por todo el mundo.
Desde su fundación en 1956, Televisión Española (TVE) incluyó en su programación dramatizaciones consistentes en adaptaciones de obras teatrales y novelas.
La obra proporcionó por primera vez papeles importantes en TVE a actores como Jesús Puente, José Bódalo y Paco Morán.
Puesto que no existía grabación de la versión anterior, se realizó otra, nuevamente dirigida por Guerrero Zamora.
El reparto estaba conformado por Ramiro Benito, Fernando Anguita, José Bódalo, Ángel Menéndez, Alfonso Gallardo, Manuel Torremocha, Joaquín Escolá, Jesús Puente, Antonio Moreno, José Calvo, Mario Moreno e Ignacio de Paúl.
Desde 1965 el gran espacio dramático en TVE fue Estudio 1, que emitía adaptaciones de obras teatrales, novelas y otros textos.
Se encargó la dirección a Gustavo Pérez Puig, quien realizó un meticuloso casting hasta conseguir un reparto realmente excepcional para la España de la época.
Se celebra una primera votación y solo el jurado número 8 vota por la inocencia.
Se decide dar un turno de palabra a cada uno para intentar convencer al disidente.
Las pruebas parecen contundentes: el anciano que vivía en el piso de debajo oyó las palabras amenazadoras del joven y el ruido del cuerpo de la víctima al caer, salió a la escalera y vio salir al joven; la coartada del acusado es endeble, pues dijo haber estado en el cine pero nadie le vio allí y no supo decir a la policía la película que vio, ni los actores que trabajaban en ella; la vecina de enfrente vio el crimen a través de las ventanillas de un tren; los vecinos dijeron que había habido esa tarde una pelea entre padre e hijo durante la que el padre golpeó al joven; el historial delictivo del acusado es extenso...
Se discute el testimonio del anciano que vivía debajo de la víctima.
Se discute si el anciano pudo llegar desde su dormitorio hasta la puerta a tiempo de ver salir al acusado.
Para dirigir la obra, TVE recurrió a uno de sus realizadores más habituales en Estudio 1.
Gustavo Pérez Puig había comenzado su relación con las tablas en el Teatro Español Universitario (TEU), germen de otras muchas vocaciones en la época.
Algunos habían sido o seguían siendo primeras figuras del teatro; otros eran secundarios habituales en el cine; todos eran destacados profesionales de la interpretación.
La obra comienza con la cámara siguiendo a un silencioso agente judicial que coloca bolígrafos y cuadernos en la mesa de la sala de deliberaciones mientras por el altavoz se oye la voz del juez dando instrucciones a los miembros del jurado.
Son numerosos los espectadores que han recordado Doce hombres sin piedad como el mejor programa de Estudio 1.